Desde hace casi quince años, la OCAZEnigma muestra su decidida voluntad de difundir y poner en valor la música entre la población escolar y el público familiar. Fiel a esa vocación, no exenta de responsabilidad, su contribución al bagaje cultural del propio individuo y su aportación al paisaje urbano de la ciudad como núcleo y eje difusor, son evidentes ya para todos. Una vocación pedagógica que, mediante un acercamiento efectivo y coherente a este público –en pleno proceso de formación– permite abrazar todo el espectro educativo, desde el entorno escolar hasta el ámbito universitario. De gran importancia para formar, valorar y hacer vivir el hecho musical como un derecho del ciudadano y un deber de la ciudad, a los Conciertos Pedagógicos y En Familia se les une además, desde la temporada 2004-2005, un programa de conferencias en colaboración con la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza.
En estos conciertos pedagógicos ha estado presente, a lo largo de todo este tiempo, la danza, la magia, la literatura, la ópera, el teatro con marionetas… pero siempre y por encima de todo, la música en su esencia, su comprensión desde el mismo lenguaje musical y su disfrute como telón de fondo. Siempre se ha querido mostrar la propia música, sus conceptos, elementos y capacidades, desde la perspectiva que ofrece el fenómeno musical. Esa es precisamente la responsabilidad antes aludida.
Este año, la historia de Babar (re)creada por Jean de Brunhoff en los años 30 y pocos años después ilustrada musicalmente por Francis Poulenc ha sido la protagonista de los conciertos y el pequeño elefante, el encargado de acercar todo este sugerente universo al público familiar y escolar aragonés. [foto: Tino Gil]
En estos conciertos pedagógicos ha estado presente, a lo largo de todo este tiempo, la danza, la magia, la literatura, la ópera, el teatro con marionetas… pero siempre y por encima de todo, la música en su esencia, su comprensión desde el mismo lenguaje musical y su disfrute como telón de fondo. Siempre se ha querido mostrar la propia música, sus conceptos, elementos y capacidades, desde la perspectiva que ofrece el fenómeno musical. Esa es precisamente la responsabilidad antes aludida.
Este año, la historia de Babar (re)creada por Jean de Brunhoff en los años 30 y pocos años después ilustrada musicalmente por Francis Poulenc ha sido la protagonista de los conciertos y el pequeño elefante, el encargado de acercar todo este sugerente universo al público familiar y escolar aragonés. [foto: Tino Gil]